Cursos disponibles
Esta Unidad de Aprendizaje, la cual tiene como propósito conocer y utilizar las herramientas digitales, a través de las tecnologías integradas, para mejorar los procesos de comercialización de bienes y servicios en los ámbitos público, privado y no gubernamental, tanto a nivel nacional como internacional, con creatividad e innovación.
En el presente espacio se plantea un diseño que permite al docente añadir la estructura temática de su Unidad de Aprendizaje siguiendo los lineamientos internaciones y nacionales, bajo la propuesta de la Dirección General de Educación Virtual.
Esta Unidad de Aprendizaje pertenece a la etapa de formación profesional de la Licenciatura en Historia, comprende la estructura del pensamiento científico-social a partir del análisis crítico de sus principales paradigmas epistemológicos y las aplica al estudio del contexto local, nacional e internacional, con una visión ética y práctica.
Motiva e introduce al estudiante al análisis e investigación de las ciencias sociales y humanas: adquiere herramientas conceptuales y conocimientos de carácter general inherentes al campo disciplinar y cultural en el que se inscriben un conjunto de carreras afines a las Ciencias Sociales y Humanas.
Aquí tienes un resumen del texto que compartiste (programa de la asignatura Habilidades para la comunicación de las ideas, Universidad Autónoma de Guerrero):
Resumen
El documento corresponde al programa de la asignatura "Habilidades para la comunicación de las ideas", impartida en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero. El curso tiene como objetivo principal que los estudiantes aprendan a redactar ensayos, fortaleciendo al mismo tiempo sus habilidades de lectura, escritura y comunicación académica.
En la presentación se plantea que los alumnos conocerán ensayos profesionales y estudiantiles, así como contextos históricos relacionados con el estado de Guerrero, mediante lecturas como Guerra en el paraíso de Carlos Montemayor, Voces Acalladas de Andrea Radilla Martínez y materiales audiovisuales sobre desaparición forzada. Además, se fomenta la lectura libre a través de recursos digitales como El libro total.
El curso es teórico-práctico e incluye ejercicios de redacción, ortografía, puntuación y citación. Se subraya que la escritura y la lectura forman una unidad indisoluble y que la corrección constante es clave para mejorar la producción textual.
Objetivos
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Generales: aprender a escribir ensayos, mejorar lectura y escritura, tomar conciencia del proceso de redacción y aplicar técnicas de revisión.
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Particulares: conocer características del ensayo, fortalecer la comunicación de ideas y participar activamente en la corrección de textos.
Contenido por unidades
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Técnicas de investigación documental: pasos de la investigación, citación, fichas bibliográficas y de trabajo.
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Historia, historia oral y memoria colectiva: usos de la historia, historias de vida, memoria social y el caso de Rosendo Radilla.
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El ensayo: teoría, lecturas de ensayos académicos y de estudiantes.
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Taller de lectura y redacción: reglas ortográficas, elaboración y revisión de ensayos, presentación de un libro leído.
Evaluación
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Asistencia y participación (20%)
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Exposición (20%)
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Entrega de fichas de lecturas (20%)
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Escritura y corrección de ensayo (40%), cuyo tema principal será la experiencia de los estudiantes durante la pandemia de COVID-19.
Bibliografía
Incluye textos sobre escritura académica, historia oral, memoria colectiva, investigación documental y ejercicios ortográficos, entre ellos obras de Aceves, Cázares, Gracida & Martínez, Juárez Romero, Pereyra y Radilla Martínez.
Este curso pretende enseñar al alumno a desarrollar la capacidad de analizar y estructurar ideas, generar soluciones novedosas a partir de información limitada, y aplicar estrategias cognitivas para resolver problemas complejos de forma eficiente.
El pensamiento lógico se centra en el razonamiento deductivo y la organización secuencial, mientras que el pensamiento heurístico emplea atajos mentales basados en la experiencia para abordar situaciones inciertas, y el pensamiento creativo impulsa la generación de ideas originales e innovadoras.
Introducción general
La epistemología de las ciencias sociales es la rama de la filosofía que examina la naturaleza y validez del conocimiento científico en el ámbito de lo social. En términos generales, la epistemología (del griego episteme, “conocimiento”, y logos, “teoría”) se ocupa de analizar los fundamentos, métodos y límites del conocimiento humano, centrándose especialmente en el conocimiento científico. Aplicada a las ciencias sociales, implica una reflexión filosófica sobre cómo se genera y se justifica el conocimiento en disciplinas como la sociología, la antropología, la economía, la ciencia política, la historia, entre otras. Esto abarca preguntas acerca de cómo conocemos la realidad social, bajo qué criterios consideramos válidas las teorías sociales, y de qué modo influye la naturaleza del fenómeno social en nuestras formas de conocerlo. En suma, la epistemología de las ciencias sociales explora críticamente qué significa “saber” algo sobre la sociedad y cómo podemos obtener ese saber de forma rigurosa.
Definición y alcance de la Epistemología de las Ciencias Sociales
En su sentido más amplio, la epistemología de las ciencias sociales estudia los problemas filosóficos del conocimiento científico tal como se presentan en las disciplinas sociales. Esto implica examinar las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del conocimiento en las ciencias sociales, así como los criterios con los cuales dicho conocimiento es justificado o invalidado. Dicho de otro modo, esta disciplina analiza los supuestos filosóficos que subyacen a las ciencias sociales: sus conceptos fundamentales, los métodos que emplean para investigar la realidad social y la manera en que se construyen y evalúan sus teorías.
Es importante destacar que la epistemología de las ciencias sociales tiene un carácter metacientífico, es decir, reflexiona sobre la ciencia misma. No produce directamente conocimiento empírico nuevo sobre la sociedad (eso lo hacen las ciencias sociales en sentido estricto), sino que evalúa cómo se produce ese conocimiento, bajo qué supuestos de validez y con qué alcances. Por ejemplo, estudia si las disciplinas sociales están efectivamente siguiendo criterios científicos objetivos, qué tipo de explicaciones ofrecen de los fenómenos sociales y en qué medida dichas explicaciones son fiables o están condicionadas por factores contextuales. Como explica un programa académico, en epistemología de las ciencias sociales realizamos una reflexión filosófica sobre el conocimiento científico en general y el de las ciencias sociales en particular. En esta reflexión se analizan diversos enfoques contemporáneos –tanto filosóficos como sociológicos– acerca del saber científico, especialmente a partir del siglo XX cuando se consolida la filosofía de la ciencia como disciplina académica.
Un punto de partida histórico para entender el surgimiento de la epistemología social es observar cómo, desde el siglo XIX, las ciencias sociales buscaron afirmarse como “científicas” siguiendo el modelo exitoso de las ciencias naturales. Desde los orígenes de disciplinas como la sociología o la economía, hubo intentos de imitar los métodos de las ciencias físico-naturales para dotar a lo social de un conocimiento objetivo y fiable. Sin embargo, esta aspiración generó de inmediato polémicas intelectuales. Pensadores de distintas tradiciones cuestionaron si la sociedad podía estudiarse exactamente con las mismas herramientas que la naturaleza, dado que el objeto de estudio no es externo al ser humano, sino el medio social en el que el propio investigador está inserto, lo cual introducía particularidades importantes. Por ejemplo, en la tradición alemana se distinguió entre Naturwissenschaften (ciencias de la naturaleza) y Geisteswissenschaften (ciencias del espíritu), subrayando que el mundo social no puede ser abordado desde fuera, porque el científico social forma parte de la realidad que investiga. Esta condición implica la necesidad de emancipar las nuevas disciplinas sociales de la epistemología y metodología de las ciencias naturales, desarrollando criterios propios más acordes con la especificidad de lo social. Así, desde sus inicios las ciencias sociales estuvieron acompañadas por una reflexión epistemológica: un debate permanente sobre qué tipo de ciencia pueden y deben ser.
En síntesis, la epistemología de las ciencias sociales implica un examen crítico del “saber social”, atendiendo tanto a sus fundamentos teóricos como a sus métodos de construcción. Se trata de dilucidar cuestiones tales como: ¿en qué medida pueden las ciencias sociales alcanzar objetividad y generalizaciones comparables a las de las ciencias naturales?; ¿o, por el contrario, requieren métodos interpretativos únicos dada la importancia del significado y la cultura en lo social?; ¿cómo influyen los valores y el contexto histórico en el conocimiento que producimos sobre la sociedad? Estas y otras preguntas delinean el amplio alcance de esta disciplina filosófica.
Objeto de estudio de la Epistemología de las Ciencias Sociales
El objeto de estudio de la epistemología de las ciencias sociales es, esencialmente, el conocimiento científico sobre la realidad social. Es decir, se centra en estudiar el propio conocimiento que producen disciplinas como la sociología, la antropología, la ciencia política, la economía, la historia, etc. y en esclarecer cómo se genera, se valida y se utiliza ese conocimiento. A diferencia de las ciencias sociales empíricas, que investigan directamente fenómenos sociales (por ejemplo, la estructura de una economía, la dinámica de un grupo cultural o las causas de un hecho histórico), la epistemología de las ciencias sociales investiga las investigaciones: examina los principios, métodos y criterios con los que los científicos sociales obtienen sus resultados y construyen sus teorías.
De manera más concreta, abarca varias cuestiones fundamentales relacionadas con el saber en lo social. Entre los principales problemas que analiza la epistemología de las ciencias sociales se encuentran:
- Supuestos ontológicos y gnoseológicos: ¿Cuáles son las concepciones sobre la naturaleza de la realidad social (ontología) y sobre la posibilidad de conocerla (gnoseología) que subyacen a las distintas teorías sociales? Toda investigación porta ideas acerca de qué existe en lo social (por ejemplo, si existen solo individuos o también estructuras supraindividuales) y sobre cómo podemos conocer esa realidad (por ejemplo, si es posible una observación neutral de lo social). La epistemología explora críticamente estos supuestos de base que muchas veces los científicos sociales dan por sentados.
- El objeto de estudio de las ciencias sociales: ¿Qué estudian específicamente las ciencias sociales y cómo definen su objeto? Esta pregunta ha oscilado históricamente entre posiciones que conciben “la sociedad en su conjunto” como objeto (visión holista o globalista) frente a las que enfocan “los individuos y sus interacciones particulares” (visión individualista). Definir el objeto —sea la sociedad global o grupos e instituciones particulares— tiene implicaciones en el enfoque metodológico y teórico de cada disciplina.
- La naturaleza del conocimiento científico social: ¿Qué tipo de conocimiento producen las ciencias sociales y con qué características? Aquí se discute si el conocimiento social puede aspirar a leyes generales y predicciones (al estilo de las ciencias naturales) o si más bien se orienta a comprensiones contextuales y significados. También entra la cuestión de si el conocimiento social es objetivo o está inevitablemente influido por la perspectiva del observador. En otras palabras, ¿hasta qué punto es posible la objetividad en las ciencias sociales, considerando que estudian fenómenos con carga cultural e histórica?
- La relación entre el investigador (sujeto cognoscente) y el objeto social: A diferencia de un químico ante los elementos de la tabla periódica, el científico social es parte de la realidad que estudia. La epistemología indaga cómo las características del objeto investigado (por ejemplo, un grupo social) interactúan con las características, valores y percepción del propio investigador. Se pregunta si es viable separar totalmente los hechos sociales de las valores o preconcepciones de quien los estudia. Algunos enfoques señalan que el científico social, al ser miembro de una sociedad, nunca es completamente externo a su objeto; por ejemplo, Karl Marx sostenía que no es posible separar los valores del investigador de los fenómenos sociales que estudia. Esta interdependencia sujeto-objeto introduce el problema de la reflexividad: la necesidad de que el investigador tome conciencia de cómo sus propias categorías y contexto pueden influir en la producción de conocimiento social.
- La función y el propósito final de la investigación social: ¿Para qué deben investigar las ciencias sociales? ¿Buscan explicar los fenómenos mediante leyes causales, o más bien comprender e interpretar su significado en contexto? Esta pregunta define una disyuntiva clásica: algunos epistemólogos e investigadores sostienen que el objetivo último de las ciencias sociales es explicar los hechos que estudian (descubrir causas generales), mientras que para otros su finalidad es comprender o interpretar esos fenómenos dentro de sus contextos específicos. Este dilema de explicación vs. comprensión ha acompañado a las ciencias sociales desde sus orígenes y permanece vigente hasta nuestros días. Por un lado, la tradición explicativa busca leyes invariantes (por ejemplo, Augusto Comte defendía la búsqueda de leyes generales del funcionamiento social apoyándose en el método de las ciencias físicas). Por otro lado, la tradición comprensiva argumenta que los fenómenos sociales solo se entienden cabalmente captando su significado desde la perspectiva de los propios actores (por ejemplo, Wilhelm Dilthey y otros proponían que las “ciencias del espíritu” deben interpretar la vida social, no reducirla a leyes). La epistemología de las ciencias sociales estudia esta tensión y evalúa las distintas posturas sobre qué debe buscar el conocimiento social en última instancia.
En síntesis, el objeto de estudio de la epistemología de las ciencias sociales no es la sociedad directamente, sino el conocimiento sobre la sociedad. Sus preguntas giran en torno a cómo se construye, se legitima y qué alcance tiene el saber científico cuando el objeto de ese saber es social y humano. A través de este análisis, la epistemología proporciona un marco crítico para entender las fortalezas y limitaciones del conocimiento en las ciencias sociales, iluminando los principios que guían la investigación (a veces de modo implícito) y haciendo explícitas las premisas filosóficas involucradas en el estudio científico de lo social.
Relación con la Filosofía de las Ciencias Sociales
La filosofía de las ciencias sociales es un campo más amplio dentro del cual se inscribe la epistemología de las ciencias sociales. En general, la filosofía de las ciencias sociales abarca todas las preguntas filosóficas que pueden plantearse acerca de las ciencias sociales. Esto incluye no solo cuestiones epistemológicas (sobre el conocimiento), sino también cuestiones ontológicas (sobre la naturaleza de la realidad social que se estudia) y metodológicas (sobre los métodos adecuados de investigación). Podemos decir, entonces, que la epistemología de las ciencias sociales es una subárea o componente de esa filosofía más amplia, focalizada específicamente en los problemas relativos al conocimiento científico social.
En términos más precisos, la filosofía de las ciencias sociales se interesa por cuestiones fundamentales como: ¿qué tipo de entidades componen la sociedad (individuos, estructuras, instituciones)?; ¿existen las estructuras sociales de manera independiente a las acciones individuales, o son solo construcciones conceptuales?; ¿cómo influyen los factores culturales e históricos en la interpretación de los fenómenos sociales?; ¿qué métodos son apropiados para investigar la realidad social (experimentos, observación participante, análisis estadístico, hermenéutica, etc.) y bajo qué criterios se debe elegir uno u otro?; ¿qué papel juegan los valores (éticos, políticos) en las ciencias sociales, pueden éstas ser neutras o están inevitablemente impregnadas de la perspectiva valorativa del investigador? Todas estas interrogantes forman parte de la filosofía de las ciencias sociales en sentido amplio.
Dentro de ese abanico, la epistemología de las ciencias sociales se concentra en las preguntas de corte epistemológico. Esto es, su foco principal está en entender cómo las ciencias sociales obtienen y justifican conocimiento sobre la sociedad. En contraste, la filosofía de las ciencias sociales también aborda, por ejemplo, preguntas ontológicas (la discusión clásica entre individualismo vs. holismo: si la sociedad es reducible a las acciones individuales o si posee propiedades emergentes propias) y cuestiones metodológicas (como la validez comparativa de métodos cualitativos vs. cuantitativos, o debates sobre explicación causal vs. interpretación significativa, etc.).
Podemos ilustrar la diferencia con un ejemplo: pensar en qué es la sociedad y si existen “realidades sociales” por encima de los individuos es una cuestión ontológica tratada por la filosofía de las ciencias sociales. Por otro lado, preguntarse cómo conocemos la sociedad y qué distingue al conocimiento científico social del sentido común o de otras formas de saber es claramente una cuestión epistemológica. Esta última pregunta –sobre cómo sabemos lo que sabemos en lo social– es la materia de la epistemología de las ciencias sociales.
Otra forma de verlo es considerar que la filosofía de las ciencias sociales analiza las prácticas, métodos y supuestos de investigación de las distintas disciplinas sociales. No se trata de desarrollar nuevos métodos, sino de estudiar cómo los científicos sociales diseñan y usan métodos, cómo construyen teorías y qué supuestos (a veces controversiales) adoptan al investigar. La epistemología aporta a ese análisis general la parte referente al estatus del conocimiento: examina, por ejemplo, en qué condiciones consideramos científicamente válida una teoría sociológica, qué cuenta como evidencia en antropología o en economía, cómo se justifica que una explicación histórica sea verdadera o aceptable dados ciertos datos, etc. En síntesis, la epistemología de las ciencias sociales está al servicio de las ciencias sociales en tanto vigilancia crítica de sus afirmaciones de conocimiento. Mientras la filosofía de las ciencias sociales cubre un espectro amplio de preguntas filosóficas (incluyendo las ontológicas y metodológicas mencionadas), la epistemología se especializa en el análisis de las teorías de conocimiento aplicadas a lo social: estudia los fundamentos, límites y validez del conocimiento social. Ambas están estrechamente vinculadas y a menudo se solapan en la práctica (de hecho, muchas obras de “filosofía de las ciencias sociales” discuten cuestiones epistemológicas en detalle). No obstante, es útil distinguir que la epistemología se fundamenta en principios de la filosofía de la ciencia general, adaptándolos al contexto social, y aporta dentro de la filosofía de las ciencias sociales ese enfoque específico en cómo sabemos lo que sabemos sobre la sociedad.
Se puede decir que toda epistemología de las ciencias sociales es parte de la filosofía de las ciencias sociales, pero no toda cuestión filosófica sobre las ciencias sociales es epistemológica. Las diferencias radican en el tipo de problemas abordados: la epistemología pregunta por el conocimiento (cómo se genera, se evalúa, qué certeza o validez tiene), mientras que la filosofía de las ciencias sociales puede incluir también preguntas sobre la realidad social misma (qué es la sociedad, qué entidades la componen) y sobre la práctica científica (cómo deben conducirse las investigaciones sociales, qué métodos emplear, con qué fines). Pese a la distinción, ambas perspectivas se complementan: comprender la naturaleza de la sociedad (ontología) y los métodos adecuados para estudiarla (metodología) es crucial para afinar cómo obtenemos conocimiento válido sobre ella (epistemología). Por eso, en la formación académica suelen estudiarse conjuntamente, articulando la reflexión ontológica, metodológica y epistemológica como pilares de la fundamentación filosófica de las ciencias sociales.
Principales corrientes Epistemológicas en las Ciencias Sociales
A lo largo del desarrollo de las ciencias sociales, han surgido diversas corrientes de pensamiento epistemológico que ofrecen respuestas distintas a las preguntas antes mencionadas. Estas corrientes reflejan distintas concepciones sobre qué es el conocimiento válido en lo social y cómo lograrlo. A continuación, se resumen las principales corrientes epistemológicas que componen el campo, junto con sus ideas centrales:
- Positivismo y empirismo científico: Es la corriente originaria que postuló que las ciencias sociales deben seguir el modelo de las ciencias naturales, buscando leyes generales y fundamentándose en la observación empírica rigurosa. El positivismo clásico (representado por pensadores como Auguste Comte o Émile Durkheim) sostenía que el verdadero conocimiento sobre la sociedad proviene de los hechos observables y de su análisis objetivo, rechazando explicaciones metafísicas o especulativas. Según Durkheim, por ejemplo, los fenómenos sociales (los “hechos sociales”) son “cosas” que pueden estudiarse empíricamente, dotados de existencia propia y coercitiva sobre los individuos. Esta perspectiva propone que toda ciencia (incluyendo la social) debe utilizar un único método científico unificado, basado en la inducción a partir de datos, la formulación de leyes causales y la verificación empírica. El positivismo y corrientes afines (como el empirismo lógico del Círculo de Viena en el siglo XX) han enfatizado la explicación de los hechos sociales mediante causas generales, la cuantificación de los datos y la aspiración a objetividad y neutralidad valorativa en la investigación social. Esta corriente sentó las bases de metodologías cuantitativas y de la idea de una “ciencia social” formalmente análoga a la natural. No obstante, también enfrentó críticas, especialmente de quienes señalaron la reducción excesiva de la realidad humana a números y leyes simples.
- Racionalismo crítico: Encabezada por Karl Popper y sus seguidores, esta postura comparte con el positivismo la valoración de la ciencia y la lógica, pero introduce matices importantes. Popper criticó el inductivismo ingenuo del positivismo y propuso que la ciencia avanza no verificando hipótesis, sino refutándolas (criterio de falsación). En el contexto de las ciencias sociales, el racionalismo crítico postuló que las teorías sociales deben formularse de modo que puedan ser puestas a prueba y potencialmente falsadas por la evidencia. Además, Popper argumentó contra el historicismo y la pretensión de leyes inexorables de la historia, defendiendo en cambio explicaciones de “ingeniería social” a mediano alcance. Epistemológicamente, esta corriente afirma la unidad del método científico pero acepta la falibilidad del conocimiento: nuestras teorías sociales son conjeturas que deben someterse a prueba crítica constante, sin aspirar a confirmaciones absolutas. Aunque Popper no negaba las diferencias entre ciencias naturales y sociales, creía que ambas pueden ser científicas mediante un método crítico común, por ejemplo aplicando lógica deductiva, economizando supuestos y manteniendo apertura a la refutación empírica. En síntesis, el racionalismo crítico dentro de las ciencias sociales promueve un escepticismo metódico: tomar las teorías sociales como hipótesis provisionales y valorar la crítica y la discusión racional para aproximarse a la verdad, en lugar de buscar verificaciones definitivas.
- Hermenéutica e interpretativismo: Esta corriente, desarrollada sobre todo a partir de la tradición continental (alemana) del siglo XIX y XX, sostiene que las ciencias sociales se distinguen de las naturales porque su propósito principal no es explicar mediante leyes generales, sino comprender el significado de las acciones, prácticas y estructuras sociales. Wilhelm Dilthey fue uno de los primeros en plantear que las disciplinas que estudian la vida humana (Geisteswissenschaften) debían emplear un método distinto al de las ciencias de la naturaleza: un método interpretativo orientado a captar la subjetividad y la cultura. Más adelante, sociólogos y filósofos como Max Weber profundizaron esta idea con el concepto de Verstehen (comprensión empática): Weber argumentaba que para entender un fenómeno social (por ejemplo, la ética protestante y el capitalismo) es necesario interpretar las motivaciones y significados que los individuos atribuyen a sus acciones, en lugar de limitarnos a buscar relaciones causales cuantificables. En esta línea, la epistemología interpretativista enfatiza que los hechos sociales son esencialmente significativos (cargados de significado desde el punto de vista de los agentes) y por tanto requieren un enfoque que reconstruya ese significado. Autores como Hans-Georg Gadamer en filosofía, o Peter Winch en sociología, sostuvieron que la realidad social es inseparable del lenguaje, las creencias y los contextos compartidos; por ende, el científico social actúa casi como un intérprete o traductor de textos y acciones sociales. A diferencia del positivismo, que aspira a explicaciones nomotéticas (generales), el enfoque hermenéutico acepta que el conocimiento social muchas veces será idiográfico, es decir, específico a contextos particulares, aunque pueda generar entendimientos profundos de fenómenos individuales. Esta tradición ha influido fuertemente en métodos cualitativos (estudios etnográficos, historia cultural, análisis del discurso, etc.), otorgándoles legitimidad epistemológica bajo la idea de que comprender el sentido de las interacciones humanas es un fin esencial de las ciencias sociales.
- Enfoque fenomenológico y constructivismo social: Emparentados con el interpretativismo, estos enfoques van más allá al plantear que la realidad social no solo se interpreta sino que en gran medida se construye intersubjetivamente. Desde la fenomenología social (iniciada por Alfred Schütz, discípulo de Husserl), se argumenta que el mundo social es producto de las significaciones compartidas por los individuos. La tarea del epistemólogo aquí es clarificar cómo emergen y se sostienen esas significaciones comunes que permiten la vida social cotidiana. Schütz, por ejemplo, estudió el sentido común y las tipificaciones con las que las personas entienden su mundo social, sentando bases para concebir el conocimiento social como algo situado en la experiencia vivida. Por otro lado, el constructivismo social (representado por teorías como las de Peter Berger y Thomas Luckmann, autores de La construcción social de la realidad) propone que muchos “hechos” sociales son en realidad construcciones cognitivas compartidas: instituciones, roles, identidades existen porque la gente colectivamente cree en ellas y actúa en consecuencia. Epistemológicamente, esto desafía la idea de que haya verdades sociales objetivas e independientes del observador; más bien, el conocimiento social se ve como relativo a contextos históricos y culturales, y el científico social debe ser consciente de cómo su propia posición social influye en lo que observa. También entran aquí las corrientes del construccionismo en sociología del conocimiento científico (por ejemplo, el programa fuerte de David Bloor o Barry Barnes, que analizan cómo incluso el conocimiento científico “duro” es producto de negociaciones y convenciones sociales). En resumen, la perspectiva fenomenológico-constructivista subraya la intersubjetividad como base de la realidad social: investiga cómo se genera consenso sobre “qué es real” en lo social, y sostiene que el conocimiento de las ciencias sociales debe reconocer esa co-construcción. Este enfoque a veces conlleva un sano escepticismo hacia las pretensiones de objetividad absoluta, enfatizando en cambio la reflexividad y la conciencia del contexto en la investigación (el científico social debe reflexionar sobre sus propias categorías y presupuestos, que son también socialmente construidos).
- Teoría crítica y enfoques dialécticos: Bajo este rótulo agrupamos corrientes que, inspiradas en gran medida por la herencia de Karl Marx y desarrolladas por la Escuela de Frankfurt y otros, integran una reflexión epistemológica con una crítica de la sociedad. La teoría crítica (Horkheimer, Adorno, Marcuse, Habermas, etc.) sostuvo que el conocimiento social nunca es neutral, pues la sociedad está atravesada por relaciones de poder, ideologías y conflictos. Por tanto, el epistemólogo crítico advierte que las ciencias sociales convencionales pueden estar sesgadas por intereses dominantes o por la visión de los grupos privilegiados. Esta corriente propone que el conocimiento social debería servir para emancipar y no solo para explicar. En términos epistemológicos, ello implica, por ejemplo, desconfiar de las supuestas neutralidades: todo conocimiento está ubicado en un contexto histórico-social y hay que examinar qué intereses o valores subyacen a las teorías. Jürgen Habermas distinguió varios intereses cognitivos que guían el conocimiento (el técnico, el práctico, el emancipatorio) y asignó a las ciencias sociales críticas un interés emancipatorio: liberar de la dominación. Así, mientras un positivista clásico diría que el científico social debe eliminar sus valores para lograr objetividad, un teórico crítico diría que eso es imposible y que más bien se debe tomar conciencia de los valores e ideologías en juego para superarlos. Además, esta corriente integró la dimensión dialéctica: por ejemplo, Theodor Adorno planteó que comprender la sociedad implica captar sus contradicciones internas, y defendió la idea de combinar explicación y comprensión en un enfoque dialéctico. En la práctica, la epistemología crítica valora tanto métodos cuantitativos como cualitativos, pero siempre con una actitud reflexiva y cuestionadora de las categorías establecidas. También abrió paso a análisis epistemológicos de nuevas perspectivas como el feminismo (por ejemplo, cuestionando el androcentrismo en las ciencias sociales) o los estudios poscoloniales (señalando el eurocentrismo del conocimiento). En síntesis, la teoría crítica y afines aportan al panorama epistemológico la conciencia de que el conocimiento social es histórico y político, y afirman que la ciencia social tiene el deber no solo de describir la realidad, sino de entenderla en su contexto de poder e incluso contribuir a transformarla.
- Realismo crítico: Desarrollada en las últimas décadas (con autores como Roy Bhaskar, Margaret Archer, entre otros), esta corriente intenta superar la división entre positivismo e interpretativismo mediante una posición filosófica que podríamos llamar realista pero no empirista. El realismo crítico sostiene que existe una realidad social independiente de nuestras percepciones (es realista ontológicamente), pero al mismo tiempo reconoce que nuestro conocimiento de ella es indirecto y mediatizado por construcciones teóricas (no es empirista ingenuo). En la epistemología de las ciencias sociales, el realismo crítico argumenta que hay estructuras, mecanismos y poderes causales en lo social que no siempre son observables directamente (por ejemplo, las estructuras económicas, las clases sociales, etc., que operan real-mente aunque no se vean como un objeto físico). La tarea científica sería entonces descubrir esos mecanismos subyacentes. Este enfoque critica tanto al positivismo (por su énfasis en lo observable y su tendencia a eludir lo no cuantificable) como al relativismo posmoderno (por negar que exista verdad o realidad alguna más allá del discurso). Propone un método abductivo o retroductivo: inferir la existencia de estructuras sociales a partir de sus efectos observables. Epistemológicamente, aboga por una concepción plural de la evidencia (combinando datos cuantitativos, cualitativos, teoría y análisis crítico) para aproximarse a las complejas capas de la realidad social. El realismo crítico ha influido en sociología, economía y otras disciplinas al reclamar una postura científica que no renuncie a la idea de verdad objetiva, pero que reconozca la complejidad y estratificación de lo real. En suma, esta corriente aporta al debate epistemológico la idea de que podemos y debemos hablar de realidades sociales objetivas (contra un constructivismo radical), pero aceptando que conocerlas exige ir más allá de la mera superficie de los hechos inmediatos, incorporando teoría y contexto en la explicación.
- Perspectivas posmodernas y relativismo epistemológico: A fines del siglo XX surgieron también corrientes influidas por el posmodernismo que cuestionaron profundamente las pretensiones de certeza y universalidad en el conocimiento social. Autores como Michel Foucault, Jean-François Lyotard y otros postestructuralistas argumentaron que el conocimiento (incluido el científico) es en buena medida una construcción discursiva ligada al poder: no hay una verdad absoluta que descubrir, sino “regímenes de verdad” que las sociedades establecen. Desde este ángulo, la epistemología de las ciencias sociales debe reconocer la multiplicidad de perspectivas, la imposibilidad de un meta-relato único y la importancia de desenmascarar cómo el conocimiento sirve para ejercer control o excluye ciertas voces. El relativismo epistemológico posmoderno sostiene que los criterios de verdad y objetividad son locales, cambiantes y sujetos a negociación. En su versión extrema, puede llevar al escepticismo sobre la capacidad de las ciencias sociales para ofrecer alguna explicación mejor que las narrativas del sentido común. Sin embargo, muchos epistemólogos rescatan de estas corrientes la atención a la reflexividad y la crítica de las categorías: nos invitan a preguntar quién habla en la ciencia, desde dónde y con qué efectos. Esto ha motivado que las ciencias sociales contemporáneas sean más autocríticas y conscientes, por ejemplo, de sesgos eurocéntricos, de género, etc., incorporando esas reflexiones en la metodología. En la práctica, aunque pocos defensores de las ciencias sociales se declaran abiertamente relativistas absolutos, el posmodernismo ha dejado una impronta que lleva a valorar la diversidad de métodos (triangulación de enfoques cuantitativos y cualitativos), a desconfiar de los “dogmas” metodológicos demasiado rígidos, y a enfatizar la necesidad de contextualizar cualquier conocimiento que se produzca. En el balance epistemológico, estas perspectivas nos recuerdan que todo conocimiento es situado y que el científico social debe permanecer abierto a múltiples ángulos interpretativos, evitando proclamar verdades únicas y definitivas.
Cabe señalar que las fronteras entre estas corrientes no son absolutas. En la práctica, muchos investigadores integran elementos de varias: por ejemplo, se puede hacer análisis cuantitativo (inspirado en positivismo) pero interpretando críticamente los datos (inspiración hermenéutica o crítica); o se puede combinar un realismo ontológico con una postura interpretativa en metodología. De hecho, la discusión contemporánea tiende hacia enfoques pluralistas o integradores. Como sugiere la noción de “disciplinas multiparadigmáticas”, las ciencias sociales hoy reconocen que ningún paradigma único agota la comprensión de lo social. La epistemología, entonces, también se ha vuelto más ecléctica, abogando muchos autores por un pluralismo epistemológico (por ejemplo, el filósofo Paul Feyerabend defendía la idea de “todo vale” en términos de no restringir la investigación a un solo método rígido). En el siglo XXI es común hablar de combinar métodos cuantitativos y cualitativos, de metodologías mixtas, y de enfoques interdisciplinarios, todo lo cual requiere una reflexión epistemológica flexible. Lo esencial es que cada una de las corrientes mencionadas aporta una perspectiva sobre cómo alcanzar conocimiento válido de lo social, y el diálogo entre ellas enriquece la autocomprensión que las ciencias sociales tienen de sí mismas.
Importancia y relevancia de la disciplina
La epistemología de las ciencias sociales es una disciplina de gran relevancia tanto en el campo filosófico como para las propias ciencias sociales, por varias razones fundamentales. En primer lugar, cumple una función de “vigilancia crítica” sobre el quehacer científico-social: examina continuamente la coherencia lógica, la validez y la fiabilidad de los resultados que las ciencias sociales producen. Al hacer esto, ayuda a detectar posibles falacias, sesgos o debilidades en las teorías y métodos empleados, contribuyendo a que la investigación social mejore su rigor. Gaston Bachelard hablaba de “vigilancia epistemológica” precisamente para referirse a esa actitud de auto-examen permanente que debe acompañar al proceso científico, y en el contexto de las ciencias sociales este examen crítico es crucial para evitar dogmatismos metodológicos o asumir supuestos acríticamente.
En relación con lo anterior, la epistemología de las ciencias sociales promueve la reflexividad en los investigadores. Dado que, como vimos, el científico social es parte de su objeto de estudio, es fácil que incorpore sin querer sus propios prejuicios o los de su cultura en la interpretación de los datos. La epistemología nos insta a reflexionar sobre “cómo pensamos lo que pensamos” cuando investigamos lo social. Esta práctica reflexiva permite develar las categorías no cuestionadas, las suposiciones ocultas y los límites de nuestras perspectivas, fomentando una ciencia social más consciente de sí misma. Por ejemplo, el concepto de recursividad citado por algunos autores contemporáneos señala que los científicos sociales enfrentan el reto de producir conocimiento acerca de un mundo del cual forman parte, lo que exige un ejercicio constante de autocrítica y revisión de nuestras herramientas analíticas. La epistemología proporciona ese espacio para cuestionar y refinar las “herramientas” conceptuales con las que operamos, evitando caer en la reproducción inconsciente de sesgos.
Otra razón de la relevancia de esta disciplina es que articula el diálogo entre filosofía y ciencias sociales, enriqueciendo a ambas. Para la filosofía, la epistemología de las ciencias sociales plantea casos de estudio fascinantes que a veces desafían teorías generales del conocimiento (por ejemplo, el hecho de que el objeto social “responda” o cambie al ser estudiado, cosa que no ocurre del mismo modo en las ciencias naturales, es un tema filosófico de gran interés). Para las ciencias sociales, la epistemología ofrece un marco teórico reflexivo que complementa la formación metodológica práctica. Un científico social con formación epistemológica está mejor preparado para entender el alcance y los límites de sus hallazgos, para elegir métodos apropiados a sus preguntas (y justificar por qué los elige), y para situar su trabajo dentro de corrientes de pensamiento más amplias. Por eso, documentos académicos recientes insisten en mostrar la relevancia de la filosofía y epistemología de las ciencias sociales para la investigación concreta de las disciplinas sociales. Cuestiones cruciales como qué entendemos por causalidad en lo social, cómo interpretamos la acción humana o cómo garantizamos objetividad en nuestras conclusiones son debates sustantivos donde la epistemología aporta clarificación conceptual y alternativas de enfoque. En suma, la epistemología funciona como una “caja de herramientas reflexivas” que los investigadores sociales pueden (y deben) usar para afinar sus propias investigaciones.
Asimismo, la epistemología de las ciencias sociales tiene relevancia en un sentido práctico y ético. En la medida en que las ciencias sociales influyen en políticas públicas, en la opinión pública y en nuestra comprensión colectiva de problemas como la desigualdad, la violencia, el cambio cultural, etc., es crucial asegurarnos de que esas influencias se basen en un conocimiento sólido y críticamente evaluado. Una política social mal orientada puede surgir de un diagnóstico equivocado sustentado en un conocimiento deficiente. La epistemología aporta a la sociedad una capa de garantía: al enfatizar la justificación rigurosa de las afirmaciones y la transparencia en los métodos, contribuye a que el conocimiento social sea más confiable y las decisiones basadas en él más fundadas. También ilumina los valores y supuestos que pueden colarse en el discurso científico; por ejemplo, nos permite detectar cuándo cierta teoría económica lleva implícita una ideología determinada, o cuándo una investigación antropológica podría estar sesgada por la perspectiva del observador externo. Al hacer visibles esas dimensiones, la epistemología fomenta una ciencia social más responsable y consciente de sus implicaciones éticas.
Desde un punto de vista formativo, la epistemología de las ciencias sociales es relevante porque desarrolla competencias cognitivas críticas en los estudiantes y profesionales del área. No se trata solo de aprender técnicas de investigación, sino de comprender por qué esas técnicas, qué significan sus resultados y cómo encajan en una visión más amplia del conocimiento. La reflexión epistemológica enseña a pensar sobre el pensamiento, a examinar los fundamentos de lo que hacemos, lo cual es una habilidad valiosa en cualquier campo. En la educación universitaria de las ciencias sociales y la filosofía, incluir una base epistemológica asegura que los futuros sociólogos, economistas, politólogos, etc., no sean meros técnicos, sino intelectuales capaces de evaluar críticamente los paradigmas con los que trabajan. Como señala un autor, la epistemología en las ciencias sociales “contribuye a vigilar los nuevos conocimientos, sus fundamentos, su justificación, su posibilidad, sus procesos, sus resultados, y su papel en la sociedad y la cultura”. Es decir, proporciona una visión de segunda orden que garantiza que el saber social avance con solidez y relevancia.
La epistemología de las ciencias sociales es una disciplina clave porque constituye la conciencia crítica de las ciencias sociales. Al clarificar qué hacemos cuando estudiamos científicamente la sociedad, qué podemos afirmar con legitimidad y cuáles son las mejores rutas para obtener conocimiento fiable, esta rama de la filosofía enriquece el proyecto de entender nuestro mundo social de manera más profunda y rigurosa. Su presencia en el currículo de estudios oficiales de filosofía y ciencias sociales garantiza que los estudiantes adquieran una comprensión amplia, fundamentada y crítica de las bases de su propio campo de estudio, preparándolos para contribuir con investigaciones más reflexivas y fundamentadas en el futuro. En definitiva, la epistemología de las ciencias sociales no solo responde a inquietudes filosóficas abstractas, sino que fortalece la práctica científica-social, aportando claridad conceptual, sentido de propósito y escrutinio crítico en la constante búsqueda de entender la complejidad de la vida humana en sociedad.
Objetivos
Objetivo general
Examinar críticamente las principales corrientes y debates de la epistemología de las ciencias sociales –tales como el positivismo, la hermenéutica, la teoría crítica, el constructivismo, las epistemologías feministas y las epistemologías decoloniales–. De este modo, se busca articular la reflexión epistemológica con los modos de producción del conocimiento social, fortaleciendo la comprensión de cómo se construye y se justifica el saber en este ámbito.
Objetivos específicos
- Identificar y comprender las características fundamentales de las principales perspectivas epistemológicas de las ciencias sociales, incluyendo el positivismo, la hermenéutica, la teoría crítica, el constructivismo, las epistemologías feministas y las decoloniales.
- Analizar comparativamente los supuestos teóricos, alcances y limitaciones de dichas corrientes epistemológicas en la explicación e interpretación de los fenómenos sociales, destacando las diferencias entre enfoques explicativos (positivistas) y comprensivos (hermenéuticos) en la investigación social.
- Examinar las aportaciones de las corrientes epistemológicas críticas surgidas en respuesta al positivismo –como la teoría crítica, el constructivismo social, y las epistemologías feministas y decoloniales–, evaluando cómo estas perspectivas cuestionan los supuestos tradicionales de objetividad y neutralidad del conocimiento científico-social.
- Comprender la evolución histórica de las discusiones epistemológicas en las ciencias sociales, desde los paradigmas fundacionales hasta los debates contemporáneos, situando cada corriente en su contexto intelectual y social.
- Aplicar los distintos enfoques epistemológicos en el análisis crítico de problemáticas concretas de las ciencias sociales, demostrando la capacidad de argumentar con rigor filosófico sobre los fundamentos y alcances del conocimiento científico-social.
Justificación
La presente justificación expone los motivos académicos, filosóficos, pedagógicos e institucionales para incorporar la asignatura Epistemología de las Ciencias Sociales al plan de estudios de la Licenciatura en Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAGro. Se argumenta cómo esta materia complementa la formación filosófica integral, enlaza con asignaturas existentes, fortalece el perfil de egreso y responde a las necesidades educativas y sociales tanto de la Universidad como del contexto regional de Guerrero.
Pertinencia académica dentro de la formación filosófica
En el ámbito filosófico-académico, la Epistemología de las Ciencias Sociales resulta una materia fundamental que amplía la comprensión de la teoría del conocimiento hacia el ámbito de lo social. Mientras la epistemología general se ocupa de la naturaleza y límites del conocimiento en términos amplios, esta asignatura se enfoca específicamente en cómo se construye y valida el conocimiento en las ciencias sociales, atendiendo a sus peculiaridades metodológicas y teóricas. En este curso se lleva a cabo una reflexión filosófica tanto sobre el conocimiento científico en general como sobre las ciencias sociales en particular, analizando problemas y respuestas planteados por diversas corrientes metacientíficas contemporáneas (tanto filosóficas como sociológicas). Esto significa examinar cuestiones esenciales como la objetividad versus la subjetividad en el estudio de lo social, el papel de los valores y el contexto en la investigación social, y las diferencias entre los métodos explicativos de las ciencias naturales y los métodos comprensivos o interpretativos propios de las ciencias sociales. Tales contenidos académicos sitúan a los estudiantes de filosofía ante debates actuales sobre la naturaleza del conocimiento social, desde los modelos positivistas clásicos hasta las posturas hermenéuticas y críticas. En suma, la asignatura tiene alta pertinencia académica porque extiende la formación epistemológica del alumnado hacia un dominio —el de lo social— que hoy es indispensable para una comprensión filosófica cabal de la ciencia y de la realidad humana.
Vinculación con asignaturas existentes en el plan de estudios
La inclusión de Epistemología de las Ciencias Sociales enlaza de manera coherente con varias materias ya presentes en el plan de estudios, reforzando y complementando sus contenidos. A continuación se destacan las principales vinculaciones:
Teoría del Conocimiento I y II: Esta asignatura profundiza en aspectos específicos de la teoría del conocimiento abordados en los cursos generales. Mientras la teoría del conocimiento plantea los fundamentos generales sobre qué es el conocimiento, cómo se justifica y cuáles son sus límites, la epistemología de las ciencias sociales traslada esas preguntas al ámbito de los fenómenos sociales, explorando cómo conocemos la sociedad, cómo validamos teorías sociales y qué criterios de objetividad o interpretación se aplican. Esto refuerza la formación recibida en Teoría del Conocimiento, aportando debates concretos y casos del campo social que ponen a prueba los conceptos epistemológicos generales.
Filosofía de la Ciencia: Tradicionalmente se centra en el análisis de las ciencias naturales (física, biología, matemáticas). La asignatura propuesta complementa esa perspectiva al cubrir la epistemología de las ciencias sociales, un ámbito con problemáticas propias: explicación vs. comprensión, leyes generales vs. interpretaciones contextuales, objetividad vs. reflexividad, o el estatus científico de disciplinas como sociología y antropología. Esta materia permitirá a los estudiantes comparar críticamente los modelos de ciencia natural con los de ciencia social, ampliando así su visión sobre la diversidad de prácticas científicas.
Filosofía Política: Existe un vínculo natural entre la epistemología de lo social y la filosofía política, ya que comprender cómo se genera el conocimiento sobre la sociedad permite un análisis más profundo de categorías como Estado, poder, justicia, ideología o democracia. La asignatura propuesta dará herramientas para cuestionar críticamente los supuestos metodológicos y epistemológicos de teorías políticas y económicas, fortaleciendo la formación recibida en Filosofía Política. De este modo, el estudiante adquiere un criterio más sólido al analizar discursos y prácticas en el ámbito político y social.
Filosofía Latinoamericana I y II / Filosofía en México I y II: La epistemología de las ciencias sociales se enlaza directamente con estas asignaturas, pues muchas corrientes latinoamericanas (como la filosofía de la liberación o el pensamiento decolonial) han puesto en cuestión las visiones eurocéntricas del conocimiento, resaltando la necesidad de pensar desde nuestra propia historia y contexto social. Esta materia brindará las bases teóricas para comprender cómo factores culturales, históricos y de poder influyen en lo que se considera conocimiento válido sobre nuestras sociedades, reforzando los contenidos de las asignaturas de Filosofía Latinoamericana y Filosofía en México.
Metodología de la Investigación Filosófica y Diseño de Proyectos de Investigación Filosófica: Mientras estas asignaturas se orientan a la planeación y ejecución práctica de la investigación, la Epistemología de las Ciencias Sociales proporcionará el marco filosófico que fundamenta esos métodos. Permitirá discutir la validez de los enfoques comparativos, históricos, cualitativos y participativos, explicando por qué se adoptan ciertos criterios de rigor en la investigación social. Con ello se asegura que el estudiante no solo domine técnicas de investigación, sino que también comprenda sus fundamentos, desarrollando así una “vigilancia epistemológica” sobre la práctica investigativa.
Relevancia para el perfil de egreso y las capacidades del estudiante
Incorporar Epistemología de las Ciencias Sociales aportará un valor significativo al perfil de egreso del Licenciado en Filosofía de la UAGro, fortaleciéndolo en habilidades claves. De acuerdo con la descripción del programa educativo, los egresados cuentan con una sólida formación en filosofía clásica y contemporánea (incluyendo lógica, ética, metafísica y epistemología), lo que les permite tener una visión amplia y crítica de los principales problemas de la humanidad. Añadir esta asignatura profundiza precisamente en la dimensión crítica y epistemológica de esa formación.
Entre las competencias desarrolladas, destaca la capacidad de pensamiento crítico, analítico y reflexivo, aplicada ahora al ámbito de los fenómenos sociales. El estudiante de filosofía, al cursar esta materia, ejercitará habilidades de análisis de teorías científicas sociales, evaluación de evidencias empíricas en contextos humanos y detección de supuestos ideológicos o conceptuales en discursos académicos. Estas habilidades están alineadas con el perfil de egreso deseado: la licenciatura en Filosofía de la UAGro forma profesionales capaces de analizar, interpretar y reflexionar profundamente sobre el ser humano, el mundo y la realidad, dotados de una visión crítica para enfrentar problemas complejos en diversos ámbitos de la sociedad. En efecto, la formación filosófica pretende egresar pensadores críticos que puedan liderar procesos de toma de decisiones y aportar soluciones creativas a problemas actuales, y la epistemología de las ciencias sociales ofrece un espacio idóneo para desarrollar esas capacidades al confrontar al estudiante con problemas teóricos relevantes para la sociedad contemporánea (como, por ejemplo, ¿qué cuenta como evidencia en una investigación social? ¿cómo influye el contexto cultural en el conocimiento? ¿se pueden explicar los hechos sociales con la misma objetividad que los naturales?).
Desde una perspectiva pedagógica basada en competencias, la Epistemología de las Ciencias Sociales contribuye tanto a competencias cognitivas como procedimentales y actitudinales. Según la literatura sobre formación por competencias, la formación epistemológica genera formas de pensar analíticas, sintéticas y críticas, al tiempo que promueve en el alumno procedimientos rigurosos para el ejercicio profesional (vigilancia epistemológica sobre la propia práctica investigativa) y actitudes como el pluralismo y la tolerancia frente a diversas perspectivas. Esto significa que, al cursar esta asignatura, el estudiante no solo adquiere conocimientos conceptuales, sino que aprende a pensar de cierto modo: a cuestionar supuestos, articular argumentos con claridad, integrar distintas visiones teóricas y mostrarse abierto a la diversidad de enfoques. Todas estas son competencias altamente valoradas en el perfil de egreso, y son coherentes con los objetivos formativos de la UAGro de fomentar pensamiento crítico, resolución de problemas y comunicación efectiva en sus estudiantes. En conclusión, la asignatura reforzará el perfil del egresado en tanto intelectual crítico y flexible, capaz de dialogar con las ciencias sociales, comprender su lenguaje y aportar una mirada filosófica profunda en ámbitos interdisciplinarios como la investigación, la educación, el análisis político-cultural o la intervención social.
Valor para el análisis crítico de la sociedad, las ideologías y los discursos científicos
Un objetivo central de Epistemología de las Ciencias Sociales es dotar al estudiante de herramientas para el análisis crítico de la realidad social, de las ideologías subyacentes en dicha realidad y de los discursos científicos que pretenden explicarla. En una época caracterizada por abundancia de información social, debates públicos intensos y uso frecuente de datos científicos en argumentaciones políticas o mediáticas, resulta esencial que el filósofo tenga la capacidad de examinar críticamente estos contenidos. La asignatura fomentará en el alumno la habilidad de cuestionar la aparente neutralidad de los hechos sociales y de entender cómo los valores, las teorías y los contextos históricos influyen en la construcción del conocimiento sobre la sociedad.
Específicamente, el curso abordará discusiones epistemológicas de actualidad que sirven para desenmascarar ideologías y supuestos en las ciencias sociales. Por ejemplo, se estudiarán las controversias en torno a la causalidad social, el papel de la interpretación y la objetividad científica en las disciplinas sociales –todos ellos debates cruciales donde la filosofía de las ciencias sociales hace aportaciones importantes. Al analizar la causalidad social, el estudiante podrá discernir entre explicaciones superficiales de fenómenos complejos y explicaciones más estructurales o críticas (p. ej., comprender las causas de la pobreza más allá de argumentos simplistas). Al estudiar la interpretación, se introducirá en las perspectivas hermenéuticas y fenomenológicas que revelan cómo la comprensión de acciones humanas involucra contextos de significado (abriendo paso al análisis de discursos, narrativas e ideologías culturales). Y al debatir la objetividad científica en lo social, se examinarán posturas como la del científico social imparcial versus las críticas que subrayan la imposibilidad de separar totalmente al investigador de sus valores o del tejido social que estudia –lo cual entronca directamente con la crítica ideológica (por ejemplo, entender cómo ciertas teorías económicas pueden reflejar visiones ideológicas particulares).
Esta asignatura, por tanto, añade valor al plan de estudios al formar filósofos con agudeza crítica frente a la sociedad. Los estudiantes aprenderán a evaluar con rigor los discursos científicos-sociales (en sociología, antropología, economía, historia, etc.), identificando sus fundamentos epistemológicos y también sus implicaciones éticas y políticas. Esto se enlaza con otras materias del último tramo de la licenciatura que analizan ideologías y contextos sociopolíticos, como “Ideología y política en México/Latinoamérica” o “Relaciones de poder y cultura política en Guerrero”, presentes en semestres avanzados. La Epistemología de las Ciencias Sociales proporcionará el marco teórico-crítico para esas discusiones, permitiendo que el análisis de ideologías y discursos no se quede solo en lo descriptivo, sino que llegue a interrogarlos en su validez y origen. En definitiva, se busca que el estudiante desarrolle un ojo crítico filosófico al estudiar la sociedad: que no dé por sentadas las “verdades” sociales, sino que investigue cómo se construyen, a quién benefician, qué metodologías las sustentan y qué limitaciones o sesgos pueden contener.
Contribución a los objetivos educativos y sociales de la UAGRO
La propuesta de incluir esta asignatura se alinea fuertemente con los objetivos educativos e institucionales de la Universidad Autónoma de Guerrero. La UAGro enfatiza en su misión la necesidad de ofrecer una educación superior de calidad con pertinencia social, vinculada a las necesidades del entorno, con alto compromiso social e inclusión. En particular, la universidad busca “vincularse con la sociedad para responder a sus necesidades y demandas de orden social, económico, cultural…” y “dar prioridad a la problemática estatal, atender a los sectores más desfavorecidos”. La asignatura Epistemología de las Ciencias Sociales contribuirá directamente a esos propósitos institucionales de varias formas:
- Formación de profesionales socialmente pertinentes: Al enseñar a los estudiantes a comprender y criticar la realidad social de manera estructurada, la materia ayuda a formar egresados sensibles y capacitados para responder a las problemáticas sociales de su entorno. Un filósofo con formación en epistemología social estará mejor equipado para interactuar con otras ciencias sociales y aportar en equipos interdisciplinarios que atiendan necesidades comunitarias, evaluaciones de políticas públicas, proyectos de desarrollo social, etc. Esto encarna la pertinencia social de la educación que la UAGro destaca como criterio de calidad.
- Compromiso con los sectores marginados e inclusión social: La UAGro nació del esfuerzo de clases populares y mantiene un compromiso con los sectores vulnerables de Guerrero. En consonancia, la epistemología de lo social enfatiza la comprensión de las dinámicas de poder, desigualdad y marginación presentes en la construcción del conocimiento y en la sociedad misma. Al estudiar, por ejemplo, cómo se genera conocimiento sobre comunidades indígenas o grupos marginados, el estudiante toma conciencia de la importancia de dar voz a perspectivas tradicionalmente excluidas y de cuestionar sesgos eurocéntricos o elitistas en la ciencia. Esta sensibilidad intelectual refuerza el compromiso social del futuro egresado: no será un profesional ajeno a su contexto, sino alguien capaz de analizar críticamente problemas locales (educativos, culturales, políticos) desde su raíz epistemológica, proponiendo enfoques más inclusivos y respetuosos de la diversidad. En términos actitudinales, la formación epistemológica, al fomentar el pluralismo y la tolerancia, se traduce en una actitud ética acorde con la misión universitaria de promover la inclusión social y los derechos humanos.
- Calidad académica e innovación: La UAGro busca conjugar alta calidad académica con elevado compromiso social. La introducción de esta asignatura innovadora mejora la calidad del programa académico de Filosofía al actualizarlo con contenidos de vanguardia en filosofía de la ciencia social, que es un campo en desarrollo constante. Asimismo, responde a la necesidad de adaptar la enseñanza a las demandas de la sociedad actual, en la cual la interdisciplinariedad y la comprensión de problemas sociales complejos son cada vez más valoradas. De esta manera, la asignatura contribuirá al modelo educativo centrado en la formación integral y en el aprendizaje activo que la UAGro impulsa, pues involucrará al estudiante en la discusión de casos reales y debates contemporáneos (por ejemplo, cómo se ha gestionado el conocimiento científico durante la pandemia, o cómo se construyen indicadores de pobreza y desarrollo humano, etc.), conectando la teoría con problemas concretos del entorno.
En síntesis, la Epistemología de las Ciencias Sociales se erige como una materia estratégica para avanzar los objetivos institucionales: elevar la calidad y pertinencia del plan de estudios, formar profesionales críticos comprometidos con su comunidad y fomentar la interacción entre la academia y la sociedad para la resolución de los retos locales.
Contexto regional y sociocultural de Guerrero
Finalmente, es imprescindible considerar el contexto regional en esta justificación. La Facultad de Filosofía y Letras de la UAGro forma profesionales insertos en el estado de Guerrero, una entidad con características socioculturales particulares y desafíos acuciantes. Guerrero, reconocido por su gran riqueza cultural y natural, enfrenta también elevados niveles de rezago social, marginación y pobreza, que afectan especialmente a las comunidades rurales e indígenas. Esta realidad regional demanda que los egresados universitarios –y en especial los filósofos, como intelectuales críticos– tengan las herramientas conceptuales para entender y abordar dichos problemas.
La asignatura propuesta responde a esta necesidad al proporcionar un espacio académico donde se puede analizar la realidad social de Guerrero y de México desde una perspectiva epistemológica crítica. Por ejemplo, temas como la desigualdad socioeconómica, la diversidad cultural (presencia de pueblos originarios y sus saberes), la violencia o los movimientos sociales locales, pueden examinarse en clase no solo empíricamente sino cuestionando cómo entendemos y estudiamos estos fenómenos. Ello habilita al estudiante para develar, por ejemplo, qué discursos científicos o institucionales existen sobre la pobreza o la multiculturalidad en Guerrero, qué presupuestos llevan implícitos y cómo podrían replantearse desde otras visiones de mundo. En otras palabras, el curso fomentará en el alumno una conciencia crítica sobre la producción de conocimiento en contextos como el guerrerense, instándolo a considerar las voces y perspectivas locales y a reflexionar sobre el papel de la academia en la transformación social.
Este enfoque es especialmente pertinente dado el compromiso de la UAGro con priorizar la problemática estatal y coadyuvar al desarrollo del entorno. Un filósofo formado en epistemología social estará en condiciones de interactuar con especialistas de otras áreas (trabajadores sociales, economistas, sociólogos, educadores) para aportar análisis profundos sobre la situación regional. Por ejemplo, podrá contribuir en estudios sobre desarrollo comunitario cuestionando indicadores y metodologías, o en iniciativas culturales analizando críticamente los conceptos de identidad y memoria histórica empleados. Asimismo, comprenderá mejor la importancia del conocimiento tradicional y popular de Guerrero, pudiendo así valorar y defender la pluralidad epistemológica (conocimiento académico junto con conocimientos locales). Todo esto redunda en profesionales más enraizados en su contexto sociocultural, capaces de combinar la teoría filosófica con la praxis social.
En conclusión, la inclusión de Epistemología de las Ciencias Sociales en el plan de estudios de la Licenciatura en Filosofía de la UAGro se justifica sólidamente por su pertinencia académica dentro de la formación filosófica, su complementariedad con las asignaturas existentes, su aporte directo al perfil de egreso y al desarrollo de competencias claves, su valor formativo para el análisis crítico de la sociedad e ideologías, y su contribución a los objetivos institucionales de calidad educativa con compromiso social e inclusión. Todo ello adquiere especial sentido en el contexto sociocultural de Guerrero, donde la capacidad de entender y transformar la realidad social es una prioridad. Esta materia formará a nuestros estudiantes no solo como filósofos teóricos, sino también como pensadores críticos comprometidos con su sociedad, capaces de articular saber filosófico y ciencias sociales para incidir positivamente en su comunidad. De esta manera, la Universidad Autónoma de Guerrero reafirmará su misión y liderazgo educativo al ofrecer un plan de estudios innovador, humanista y socialmente pertinente, acorde con las necesidades de nuestro tiempo y de nuestra región.
En la actualidad la economía sostenible busca equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y el bienestar social, asegurando que las generaciones presentes y futuras puedan satisfacer sus necesidades de manera equitativa y responsable. Este modelo surge como respuesta a los límites del desarrollo económico tradicional, aunado a los serios impactos ambientales y sociales que este último ha generado a través del tiempo, tales como: El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad social.
La economía sostenible propone una transformación de las formas de producción, consumo y distribución de los recursos, mediante la integración de los principios del desarrollo sostenible, teniendo como pilares los siguientes factores: económico, social y ambiental. Entre sus principales objetivos se encuentran:
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Promover un uso racional y eficiente de los recursos naturales.
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Fomentar la equidad social y la inclusión.
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Impulsar políticas públicas y modelos de negocio que reduzcan las desigualdades y el daño ambiental.
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Transitar hacia una economía baja en carbono y circular.
Es importante conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), indicadores de sostenibilidad, y las nuevas economías (circular, verde, azul, creativa, colaborativa), ya que para la economía sostenible son las herramientas alternativas reales para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
En este curso, se explorarán sus fundamentos, principios, desafíos y oportunidades, brindando al estudiante una comprensión crítica y aplicada de cómo la economía puede ser una herramienta clave para lograr un desarrollo más justo y responsable con el medio ambiente.